Cómo cambiar los problemas sociales del país?
Por: Luis Felipe Ortiz Bautista - editor
Por: Luis Felipe Ortiz Bautista - editor
Transcurrieron 105 años de la antigua constitución de 1886. El país se desarrollo en medio de guerras y una violencia generada por enfrentamientos políticos, que aún subsisten y que pese a la nueva constitución de 1991, se mantendrán “amalgamados” por la mala redistribución de los ingresos y el persistente empeño de la clase dirigente de apoderarse de los medios de producción y de acondicionar el sistema político y económico en contra del pueblo.
Una carta magna diseñada y puesta en marcha para beneficiar unos pocos hasta hacer de Colombia, un país pobre, en donde la línea de pobreza afecta a 37 millones de personas, de los cuales unos 12 millones de colombianos sobrepasan la línea de miseria.
Los restantes subsisten por legados patrimoniales, otros por la riqueza ilícita generada en el narcotráfico, el paramilitarismo y la corrupción.
Una constitución que ahondó brechas entre ricos y pobres y propició que la salud y la educación, esencialmente, se hayan convertido en artículos de lujo para beneficiar a los grandes capitales auspiciados por la economía salvaje aplicada desde el gobierno de Cesar Gaviria, quien sin preparar al país para enfrentar los retos de su “moderna” economía, lo único que hizo fue permitir que determinados conglomerados económicos se volvieran más fuertes en su capacidad monopolística, siempre en detrimento del pueblo colombiano.
Ejemplo palpable, es el sistema de educativo que terminó privatizado todos los niveles, incluyendo el universitario, mientras que la calidad sigue de bajada sin importar que de los colegios e incluso de las universidades salgan bachilleres o profesionales casi que graduados por ventanilla, para así propiciar una mano de obra barata. Esto se traduce en la imposibilidad que estudiantes “recientemente” tengan que ver como única opción el SENA, donde se certifican como obreros y trabajadores que deben trabajar por lo que ofrezcan los “empresarios” colombianos. Lo anterior sin profundizar en la actual calidad educativa de esa institución donde se preparan “millones” de colombianos en un oficio y terminan laborando en otro distinto a la formación que recibieron.
El otro caso es el sistema de salud, que pasó a deteriorar el endeble sistema hospitalario y del seguro social, haciéndolo menos competitivo para sus afiliados, hasta llevarlo a la inanición económica para después declarar como inviables y poder venderlos o acabarlos como ha sucedido.
El resultado EPS e IPS por doquier que hoy día prestan una deficiente asistencia médica y hospitalaria, pero que llenan sus arcas con el sudor económico de los colombianos de bajos recursos. Un sistema planeado por su ponente el entonces senador Alvaro Uribe velez, hoy presidente de la república, quien con su investidura, le dio la estocada final para terminar creado la PILA y abultando los bolsillos de los ahora mercaderes de la salud y de la vida.
Para tratar de cambiar el actual sistema, se hace necesario modificaciones de fondo como tales.
¿CÓMO LOGRAR UNA REFORMA POLITICA?
El país requiere de una reforma profunda, que de paso a una nueva constituyente que sea seria, responsable en donde los delegados sean representantes de todos los estamentos sin exclusiones: sindicatos, asociaciones sociales, de desarrollo comunitario, indígenas, afrodescendientes, gremios, industriales, comerciales, sociales, políticos, estudiantiles, universidades, colombianos en el exterior, para redactar una constitución moderna, equitativa, profundamente social en la que se incluyan puntos como:
Antes que nada revocar todo lo que esté contaminado con los 2 millones 500 mil votos puestos por el narcotráfico y los paramilitares.
Que nadie: políticos, familiares de estos o de quienes hayan estado en actividades ilícitas participen del nuevo proceso.
Que se incluya en el texto de la nueva carta, el derecho a vivir en Paz y con dignidad.
Establecer la Prohibición de la reelección o de nombramientos por más de cuatro años de funcionarios en todos los niveles, para darle oportunidades a otros colombianos.
La prohibición para que ningún colombiano familiar o pariente de congresistas, diputados, concejales o funcionarios puedan acceder a cargos públicos o contratos de las entidades territoriales, mientras se encuentren en el desempeño de funciones.
Que se prohíba el canje de puestos para familiares del presidente, gobernadores, alcaldes, congresistas, diputados o concejales, en entidades territoriales distintas a la gobernada.
Que ningún familiar hasta tercer grado pueda aspirar a igual curul, hasta después de cuatro años. Que el legislador o el coadministrador, a cualquier nivel, pierda la curul y sea inhabilitado por 15 años para acceder a cargos públicos, contratar con el estado.
Que los implicados en sobornos, corrupción, desvíos de propuestos sean publicados en listas mensuales por la contraloría general de la república y se les aplique la responsabilidad fiscal con todo el rigor.
Que esta medida sea retroactiva a quienes hayan ostentado el poder ejecutivo, legislativo, judicial, sin límite de tiempo. Que la constitución solo se pueda modificar utilizado la figura del referendo popular .
Que todos los actos de gobierno que puedan afectar al pueblo se sometan a consideración de un plebiscito o un referendo.
Que se aplique una de esas figuras cuando el gobierno de turno proyecte la venta de activos, empresas del estado o privatización de las mismas. Que la nueva constituyente revise y modifique la ley de educación, la ley de seguridad social, la ley de servicios públicos, la ley de trabajo o reforma laboral.-Que tenga potestad para revertir las empresas estatales que se vendieron.
Que nacionalice los hidrocarburos, empresas de servicios públicos a todos los niveles Que tenga dentro su seno un comité especializado para modificar el código penal, el Civil, que prohíba la extradición.
Que dentro del marco jurídico se castigue ejemplarmente el testaferrato a todos los niveles y en todos los sectores económicos de la vida nacional. Que se penalice la dosis mínima, el porte de armas blancas, la evasión de impuestos, inclusive.
Que suprima las funciones de las comisiones reguladoras de los servicios y solas queden las superintendencias. Que se reorienten las regiones colombianas Qué se nacionalice la salud y se revise el plan de desarrollo. Que no le hagan conejo a la descentralización.
Que los partidos que propicien elecciones de narcotraficantes, paramilitares, delincuentes, guerrilla, pierdan la representación en el congreso, asambleas o concejos y pierdan la personería jurídica, hasta por 10 años.
Que se someta a elección popular la designación de magistrados, jueces, fiscales y todo aquel funcionario de alto rango.
Qué se socialice el estado como tal y que no se quede en el papel tal como existe.