Por Johnson Ortiz Parra
Balboa, departamento de Risaralda, está enclavado en un ramal de la cordillera occidental, a tan sólo 53 kilómetros de la capital Pereira.
Con solo una calle que unge como la vía principal y que atraviesa a lo largo la hilera de viejas casas paradas en madera, Balboa soporta la peor sed de los últimos años, pese a llueve a cantaros como en toda Colombia.
Con sus vías terciaras acabadas por el intenso invierno.
Con su carretera de acceso que le da vida a dos poblaciones con más de 22 mil habitantes, a punto de colapsar porque día tras día se hunde frente a la actitud pasiva del gobierno nacional.
Balboa, quizás la única población de Colombia, desde donde se divisan tres capitales departamentales y otras 15 poblaciones de Risaralda, Caldas, Quindío y Valle, sobre vive de un acueducto prestado “peñas Blancas” en Santuario (Risaralda) que recorre casi 35 kilómetros.
En cada invierno, Balboa, sufre como sufre La Virginia con los ríos Cauca y Risaralda. Y aunque la situación es inversa porque Balboa no se inunda, si tiene un problema grave. Su gente. Sus 7 mil habitantes, el 90% campesinos, no tienen agua hace 15 días.
La tubería que recorre desde peñas Blancas, hasta balboa, se rompió porque el terreno sobre la cual estaba el trazado, se derrumbó y acabó con la tubería.
Sin embargo lo más paradójico en que, aunque el alcalde Huberto Vásquez y el gobernador Víctor Manuel Tamayo, corrieron a buscar fórmulas y soluciones, el dueño del terreno no quiere permitir la reparación de la tubería.
Todo porque se debe construir una especie de muro de contención, y sus apetitos económicos, lo llevaron a tomar esa decisión sin importar la salud, la sed y la necesidad que de agua tienen los siete mil habitantes de Balboa.
Los expertos en el manejo de este tipo de problemas, expresan que si hubiese existido voluntad del propietario de la finca, el suministro de agua provisional, ya habría llegado a las 28 veredas y al centro urbano.
Mientras tanto Colombia humanitaria hace esfuerzos para brindar agua tratada en jarrones de 5 litros a los 7 mil habitantes, en un sola entrega, pero esto tampoco soluciona el problema.
Balboa se sigue muriendo de sed, mientras que en la emisora comunitaria se repite sin cesar, la carta futurista del año 2070, en la que se relata que la gente atraca por un porrón de agua y que de los ochos vasos de agua que tomaba el hombre, para esa fecha solo los seres humanos disfrutaran de medio vaso.
Lo real, como si fuera el 2070, ya se vive en Balboa, gracias a la decisión de un propietario de tierras (en Santuario) que no deja pasar la tubería que suministra agua a la población balboense.
2 comentarios:
HOLA SALUDES DESDE ESTE LELAJANO CON TINENTE DE EUROPA FACINANTE PANORAMAS COLOMBIANOS FELIZ NAVIDAD EXITOS EN SU MARAVILLOSA TAREA POR YUDAR HACER ALA POBALACION DE BALBOA. CON SU EMISORA LOGRARA USTED HACER QUE LOS FUNCIONARIOS PUBLICOS SEINTERESEN POR ESA PEQUENA CIUDAD . QUE ASISEA
ML LAILA
Hola saludes desde Londres. Ojala la nueva alcaldeza solucione los problemas del agua.
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