'Cambio climático podría desencadenar un desastre masivo': Secretario General de la ONU
"Tenemos el pie pegado al acelerador y nos hundimos hacia el abismo", sostuvo.
El secretario general de la ONU, que acaba de volver del Ártico, donde pudo constatar los estragos del cambio climático, advirtió que "lo que sucede ahora" tendría que haber llegado mucho más tarde, según los pronósticos de los científicos.
"Los científicos han sido acusados durante años de ser alarmistas. Pero los verdaderos alarmistas son los que dicen que no podemos permitirnos iniciar una acción contra el clima porque eso ralentizaría el crecimiento económico", declaró Ban.
"Están equivocados. El cambio climático podría desencadenar un desastre masivo", previno, muy preocupado por las decenas de millones de personas amenazadas en zonas costeras por el aumento del nivel de los mares que provoca el deshielo del Ártico.
"¿Qué van a hacer cuando las tempestades empujen el mar hacia el interior de las tierras? ¿A dónde irán?", se preguntó.
Ban depositó todas sus esperanzas en un encuentro internacional de alto nivel que se celebrará el 22 de septiembre en Nueva York por iniciativa de las Naciones Unidas, pero lamentó la lentitud y el carácter limitado de las negociaciones con vistas a la Cumbre de Copenhague de diciembre.
Auspiciada por la ONU, la cumbre de Copenhague intentará hallar un acuerdo internacional para suceder al protocolo de Kioto sobre la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, considerados los principales responsables del calentamiento global.
"No nos quedan más que 15 días de negociaciones (en Nueva York) antes de Copenhague. No podemos contentarnos con progresos limitados. Necesitamos progresos rápidos", dijo.
"En Nueva York, espero negociaciones sinceras y constructivas. Espero que se tiendan puentes. Espero resultados importantes", dijo Ban ante los representantes y ministros de unos 150 países participantes en la Conferencia de Ginebra.
"La respuesta está en un crecimiento (económico) verde, un crecimiento sostenible", insistió el jefe de la ONU.
Consideró que "nos hace falta una política que ponga un precio al dióxido de carbono. Un política que envíe una señal fuerte del mercado a las empresas pioneras para un futuro con un nivel bajo de dióxido de carbono".
"Necesitamos un programa de inversión público para la energía renovable. Necesitamos transferencias de tecnología para una eficacia energética", reiteró.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (GIEC) "estima que la inversión para alcanzar nuestros objetivos en materia de emisiones (de gases de efecto invernadero) no representaría más que el 2 por ciento del PIB mundial anual de aquí a 2030", recordó el secretario general de la ONU.
Esta inversión supondría "menos polución, una mejor salud pública, una mejora de la seguridad alimentaria, menos riesgos de emigraciones masivas y de inestabilidad política y más empleos en la economía verde", concluyó.
"Tenemos el pie pegado al acelerador y nos hundimos hacia el abismo", sostuvo.
El secretario general de la ONU, que acaba de volver del Ártico, donde pudo constatar los estragos del cambio climático, advirtió que "lo que sucede ahora" tendría que haber llegado mucho más tarde, según los pronósticos de los científicos.
"Los científicos han sido acusados durante años de ser alarmistas. Pero los verdaderos alarmistas son los que dicen que no podemos permitirnos iniciar una acción contra el clima porque eso ralentizaría el crecimiento económico", declaró Ban.
"Están equivocados. El cambio climático podría desencadenar un desastre masivo", previno, muy preocupado por las decenas de millones de personas amenazadas en zonas costeras por el aumento del nivel de los mares que provoca el deshielo del Ártico.
"¿Qué van a hacer cuando las tempestades empujen el mar hacia el interior de las tierras? ¿A dónde irán?", se preguntó.
Ban depositó todas sus esperanzas en un encuentro internacional de alto nivel que se celebrará el 22 de septiembre en Nueva York por iniciativa de las Naciones Unidas, pero lamentó la lentitud y el carácter limitado de las negociaciones con vistas a la Cumbre de Copenhague de diciembre.
Auspiciada por la ONU, la cumbre de Copenhague intentará hallar un acuerdo internacional para suceder al protocolo de Kioto sobre la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, considerados los principales responsables del calentamiento global.
"No nos quedan más que 15 días de negociaciones (en Nueva York) antes de Copenhague. No podemos contentarnos con progresos limitados. Necesitamos progresos rápidos", dijo.
"En Nueva York, espero negociaciones sinceras y constructivas. Espero que se tiendan puentes. Espero resultados importantes", dijo Ban ante los representantes y ministros de unos 150 países participantes en la Conferencia de Ginebra.
"La respuesta está en un crecimiento (económico) verde, un crecimiento sostenible", insistió el jefe de la ONU.
Consideró que "nos hace falta una política que ponga un precio al dióxido de carbono. Un política que envíe una señal fuerte del mercado a las empresas pioneras para un futuro con un nivel bajo de dióxido de carbono".
"Necesitamos un programa de inversión público para la energía renovable. Necesitamos transferencias de tecnología para una eficacia energética", reiteró.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (GIEC) "estima que la inversión para alcanzar nuestros objetivos en materia de emisiones (de gases de efecto invernadero) no representaría más que el 2 por ciento del PIB mundial anual de aquí a 2030", recordó el secretario general de la ONU.
Esta inversión supondría "menos polución, una mejor salud pública, una mejora de la seguridad alimentaria, menos riesgos de emigraciones masivas y de inestabilidad política y más empleos en la economía verde", concluyó.